NUNCA SALDRE EN EL PAIS SEMANAL

Llega el domingo. Uno cualquiera. Me despierto muy temprano, como siempre. Me tomo un café poco cargado, aún en mi casa. Me ducho y salgo. Compro el País y me voy al bar de mi calle. Tras una breve charla de la jornada futbolística del sábado con el dueño y algún que otro parroquiano, le pido un cortado y me siento a leer mi periódico.
A la hora y media ya me he leído lo más interesante. Así que paso a leer el Semanal. Y empieza lo de todos los domingos.

(ejemplo)

"Reportaje: Familias numerosas"...Venga Dani, lee, confía.

Lo leo...Y es lo de siempre. Un reportaje bien escrito, sin duda, pero con unos modelos de ciudadanos que se alejan muchísimo de la realidad mayoritaria. Y es que el Semanal es así. Muy pijo. Familia Perez, por ejemplo. En negrita, oficio: Él abogado. Ella directiva de multinacional. Toma!. Siguiente. Familia López. Él arquitecto. Ella ingeniera industrial. Residentes en Madrid. Y la foto es de los 7 hijos jugando al fútbol con el padre y la madre en su enorme jardín, al ladito de la piscina.

Otro reportaje que recuerdo: los nuevos solteros.

Todos muy liberales, todos muy JASP, todos muy guapos...Todos con unos trabajos que impresionan. Ingenieros, arquitectos, directivos, altos funcionarios, diseñadores, empresarios( añadan mentalmente el "/as"...que me da morriña). Con unos pisazos impresionantes. Con una vida social alucinante.

Me gustaría a mi leer un reportaje de una familia con 5 hijos, madre divorciada, con sueldo precario, viviendo de alquiler(abusivo), triste y sola.

O un reportaje de solteros. Un tipo en paro, que vive en un pueblo perdido...

Entiendo que el País puede hacer o escribir lo que le venga en gana, pero no nos vendan una imagen que a menudo no se refleja en el papel. Estoy de acuerdo con que de vez en cuando cuelan algún reportaje importante sobre la realidad de este país, pero acto seguido( o página siguiente) pum!: "nueva cocina, menú: 275 euros". "Moda, pantalón Gucci: 560 euros"...

...Queda dicho.

Pd. Hago caso a Babeuf, y no hablo de los hombrecillos y mujercillas que joden la existencia con los once emes, sus conspiraciones y sus mierdecitas. No se lo merecen.